Revista Nº 7

Éric Laurent - Jean-Claude Milner - Mónica Torres - Linda Katz - Ernesto Laclau - Zlavoj Zizek - Antonio Di Ciaccia - Miquel Bassols - Marie Hélene Brousse - Nora Cherni - Migel Furman - Mario Goldemberg - Ana Ruth Najles - María Inés Negri - Adrián Scheinkestel - Ernesto Sinatra - Marco Focchi - Liliana Heer - Gustavo Dessal


Una pócima de deseo

Marcelo Olmedo


¡Aquí estamos! es una manera de darle la bienvenida al número 7 de Enlaces. Los tiempos que corren nos han llevado a encontrarnos con ustedes una vez por año, con una edición especial, cediendo a nuestra idea inicial de publicar dos o tres números al año. Pero no es un hecho trascendente la reducción de dos 3 uno; sobre todo porque ese uno es distinto a cualquier número de la serie. Es también distinto con relación al número 6, publicado en agosto de 2001, que ya tenia esta característica de ser un uno especial. Pero este séptimo número nos encuentra en un contexto social que excede la situación de austeridad que podría modificar la política de publicación: no resignamos ni la calidad ni el entusiasmo. Podemos decir que esta revista del año 2002 aparece en un territorio que ha visto acrecentarse el poder de los dioses oscuros, que extremó aún más las condiciones en las que vive gran parte de la población. Dioses oscuros que tienen dos figuras centrales donde el sujeto, empujado por el discurso del amo moderno en la búsqueda del goce perdido, se debate entre la abstinencia y el consumo.

Decirles: ¡Aquí estamos! implica haber sorteado el obstáculo que la nueva trama social plantea, manteniendo la alegría de no ceder en nuestro deseo. A quienes estuvieron un paso adelante en el frente de la tormenta, aquellos que asumen la responsabilidad de llevar adelante la creación de este nuevo número especial a pesar de estar inmersos en un contexto que empujaba a abstenerse de desear hasta que las cosas mejoren, les agradecemos el temple para poner en acto la decisión de nuestro Departamento de atrvavesar el camino de la angustia en vez de quedarse en el aburrimiento de la espera de un tiempo mejor.

Quiero retomar el curso de Jacques-Alain Miller, "Del síntoma al fantasma y retorno", para contarles porqué decidimos publicar en el temporal. Miller ubica allí la figura del guerrero aplicado como aquél que no es el héroe que va adelante en las batallas, no es el que busca una causa, no tiene ninguna causa más que aquella de su deseo. Se puede decir que Enlaces sale porque lo deseamos y lo deseamos porque es nuestro deber. Esta es la propuesta de Lacan, que J.-A Miller retoma en ese curso de 1983, en la cual el deseo pasa, se eleva, al rango del imperativo categórico, lo que hace obstáculo a la tristeza. Apuntamos hoy a estar en la ciudad como una puesta en acto de la posición del analista frente a la tristeza.

Es así que decidimos dejar plasmado en la revista el evento de la presentación del sexto Enlaces, a cargo de Leonardo Gorostiza y Susana Amado, pues dejó la primera huella de la creación del "Departamento de estudios psicoanalíticos sobre la Familia". Así también, deja su matea el Módulo Clínico bajo el título "Clínica de lo no-familiar" con una presentación -"Sobre padres e hijas"- a cargo de Liliana Mauas -coordinadora del módulo- y Mónica Wons, y los comentarios de Mauricio Tarrab como invitado. A este trabajo se agrega "Una tristeza infinita" escrito por Andrea Cucagna.

Considero entonces, que la propuesta de Lacan que retoma Miller: "el deseo es suficiente para que la vida no tenga sentido para ser un cobarde", puede ser el eje bajo el cual este número, en particular, inscribe el trabajo realizado. Un trabajo que siempre sostiene la tensión entre el universal y lo particular.

En esta orientación, encontraremos en la sección Conceptos la clase de Mónica Torres de su seminario del ICBA "El superyó y las paradojas de la ética", donde propone como objetivo del trabajo ubicar una problemática clínica, epistémica y política actual. Se trata de la relación que hay entre el superyó y el malestar en la cultura- Dicho de otro modo, ¡de qué manera debe el analista responder al debate sobre los síntomas sociales? Si bien no hay respuesta para todos, hay una inercia del sujeto sufriente que presenta diferencias en el malestar en la cultura de cada tiempo. Un malestar muy bien nombrado por Elsa Maluenda como "apetito de destrucción", retomando la relación entre las cotrespondencias de Freud en épocas de guerra, donde el psicoanálisis trataba de encontrar un lugar en un medio hostil y adverso, y cómo nos pueden guiar esas cartas para ubicarnos en la época actual de caída de los ideales. Después de todo, el ideal es un tema que no se agota, sea por su ausencia o por su excesiva presencia. En este camino, María Inés Negri, en "De la identificación al goce", muestra cómo la lectura de Lacan del capítulo VII de "Psicología de las masas y análisis del yo" produjo un cambio en la doctrina del síntoma. En la identificación está la génesis de los síntomas, pero no los agota. Dicho de otro modo por la autora, sería que la identificación hace lazo al Otro pero no agota la pulsión.

Si bien estamos inmersos en un universal tormentoso, es nuestro deber ocuparnos de lo particular y de las pasiones que produce. Los Amores son entonces una de las pasiones de las que nos ocupamos en los trabajos de Alain Badiou "La escena del Dos" y de Linda Katz, "Producir algo nuevo en el decir", quien nos relata cómo empezó la discordancia entre el hombre y la mujer con el mito de Adán y Eva, en tanto él la ama a ella y ella a la serpiente. De algún modo, podemos saber cómo siguió la cuestión a partir de la historia de amor entre Arnolfo y Agnés, un caso de re-matrimonio que nos interesa por la producción de un decir nuevo. Otro camino posterior al mito bíblico lo encontramos en el amor cortés, al que Leonor Curti plantea como un impasse ético.

Si hablamos de amores ponemos en juego la presencia de los sexos. Ellas es entonces el nombre de la primera sección donde Éric Laurent nos aclara ya con su titulo que se trata de "Los dos sexos y el Otro goce". El autor afirma dos tipos de goce que puede experimentar el sujeto y solamente dos que pueden calificar al sexo: un goce localizable y Otro goce más familiar a las mujeres, susceptible de ser múltiple y envolvente. Esto no implica pensar que ese Otro goce sería absoluto de un sexo biológico. En esta misma sección encontramos los trabajos de Agnés Aflalo, Oscar Zack y Alejandra Eidelberg.

Para seguir con esta tensión entre el universal y lo particular, vamos a encontrar en la sección Familia un destacado trabajo de Fabián Fajnwaks titulado "La familia entre la ciencia y la ley", donde ubica que en esta época, el hecho de que a cada uno le esté permitido reivindicar un modo de gozar, toca a la sexualidad y a la estructura de la familia, lo que implica una reformulación de lo jurídico que encuadre este plus-de-gozar permitido y una reflexión ética de toda una comunidad. La guia que el autor propone para el psicoanálisis no pasa por afligirse por la distensión de los lazos familiares sino por seguir la orientación de Freud y Lacan, que proponen la diferencia que existe entre la familia y el complejo de Edipo y que permite advenir al sujeto como deseante.

Hablando de lazos que se estrechan o se relajan, continuamos en nuestra sección Umbrales con el tema de la amistad, esta vez a cargo de Mónica Biaggio y Pablo Russo.

Recurrimos, como siempre, al arte a través de nuestra sección Conexiones, con el cine y la literatura, y no puedo dejar de destacar, en esta época tan vertiginosa, la fortuna de contar con obras de Carlos Gorriarena.

Para concluir, hay un trabajo en la sección Filosofía de Paula Same, titulado "Tres versiones de Antígona", que habla de nuestro interés por el elogio que hace Lacan del deseo decidido de Antígona Debido a que el deseo es nuestro deber o nuestro deber desear, hemos encontrado un remedio para la tristeza.